La ventaja del azúcar proveniente directamente de las frutas, en comparación con el azúcar añadido es evidente en su impacto sobre el peso corporal y el control glucémico.
El azúcar de la fruta no se ha asociado a efectos negativos, sino que son una gran fuente de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y agua. Es recomendable siempre priorizar la fruta de temporada, aunque cualquier fruta es válida. También priorizar el consumo de frutas frente al de zumos ya que de esta forma tomamos más fruta que si masticamos la fruta como tal, y la fructosa no la estaríamos tomando en su envoltorio natural.
El azúcar añadido, como su propio nombre indica, es un azúcar que no se encuentra de forma natural en el alimento. Estos azúcares vienen en forma de sacarosa, dextrosa, entre otras. Este tipo de azúcar únicamente aportan a nuestro cuerpo calorías vacías. Suele encontrarse en bollería industrial y en ultraprocesados.
Esto provoca cierta adicción a estos azúcares lo que nos lleva a un aumento de peso y puede derivar en problemas como hiperglucemia y estrés oxidativo entre otros.